¿Te alimentas bien? Y lo que es más importante, ¿alimentas bien a tus defensas? Muchas personas creen que comen de forma correcta y equilibrada, pero cuando se analiza a fondo la dieta que siguen se descubre que no es así. Muchos de los alimentos que consideramos sanos no lo son tanto realmente y esconden muchos ingrediente que no son beneficiosos para el organismo en absoluto.

En otros casos, se come de forma correcta pero por algún problema de salud el organismo no recibe todo lo bueno de lo que comemos. Los complementos alimenticios para la salud son la solución tanto si se come de manera incorrecta como si se come bien pero no se asimilan los nutrientes.

¿Por qué no se asimilan los nutrientes?

El intestino es la parte del aparato digestivo en la que se produce la absorción de los nutrientes. Pero para que esto se lleve a cabo de una forma efectiva, tenemos que tenerlo sano. La flora intestinal es muy importante, pero es extremadamente delicada. Una alimentación excesivamente rica en químicos, un medicamento o un estado de estrés nervioso pueden hacer que la flora intestinal se debilite.

Los complementos alimenticios que contienen probióticos y prebióticos pueden ayudar a regenerar y fortalecer la flora, consiguiendo así que el intestino vuelva a asimilar lo mejor de los alimentos. Además, estos complementos pueden aportar muchos nutrientes que nos faltan mientras no podamos obtenerlos por vía natural.

Lo mejor es que este tipo de complementos no suelen tener contraindicaciones, por lo que no se arriesga la salud cuando se toman.

Cambiar los hábitos alimenticios

Cuando el problema es una mala dieta la solución es cambiar de hábitos. Pero para esto hay que educarse previamente. Saber qué alimentos se deben de comer y cuáles son los alimentos falsamente saludables es el primer paso.

Por ejemplo, tal vez estés comiendo demasiados alimentos pretendidamente bajos en calorías pero con una gran cantidad de grasas. Porque resulta que para que a un alimento se le pueda poner la etiqueta de bajo en calorías solo tiene que tener un 30% menos de calorías que el original. Pero esto no quiera decir que sea sano.

En el proceso de cambio de hábitos es bueno tomar un complemento alimenticio para ayudar al intestino a recuperarse de los posibles problemas en la flora intestinal como consecuencia de la mala alimentación y del exceso de grasas.