Berlín es una de las ciudades más grandes de Europa, es una ciudad muy cosmopolita y llena de vida por lo que vayas cuando vayas vas a encontrar cosas maravillosas que hacer.

Lo primero que debes de hacer es ir a visitar la cúpula de cristal del Parlamento, esta entrada es gratuita pero debes reservar la entrada con antelación, las visitas están reguladas para evitar deterioro por aglomeraciones de gente. Como no es indiscutible que tienes que ir a conocer la puerta de Brandemburgo que esta a cinco minutos del parlamento así que andando podrás recorrer algunas de las zonas más emblemáticas y turísticas de la ciudad. Brandemburgo sin duda uno de los símbolos más clásicos de la ciudad, una maravilla de la arquitectura.

Si te apetece seguir viviendo historia a cinco minutos más encontraras algo único, una extensión de terreno en pleno centro de la ciudad en la que hay dos mil setecientos once bloques de hormigón, colocados allí en memoria a la personas que murieron en el Holocausto, uno de las más grandes memoriales a la población judía en todo Berlín. Justo al lado de este lugar de reflexión, podemos encontrar la Potsdamer platz, no tiene perdida por que es la zona en la que están los rascacielos más grandes de la ciudad, no son muy altos porque Berlín tiene suelo pantanoso por lo que no se puede edificar a una altura más elevada, esta zona está llena de arquitectura moderna y contemporánea que casan perfectamente.

Y ya que estas cerca puedes ir a visitar la Topographie del Terror, donde en la época de los Nazis, estaba ubicada la comisaría de la Gestapo, hoy en día ese lugar está dirigido a albergar una exposición de los horrores de la época, allí podrás encontrar un trozo del muro de Berlín el único tramo original que queda intacto del muro.

Y ya que estas en Alemania que menos que parar a comer y reponer fuerzas en un restaurante típico Alemán, en esa misma plaza podrás encontrar el Augustiner, un restaurante en el que degustar ricos platos elaborados. Pero si lo que te apetece es un poco de picoteo nada mejor que pasar a comer unas ricas salchichas y unos Curry Wurst, o unas especialidades berlinesas como las ensaladas y los cafés bien preparados.

Un viaje que sin duda te dejará un muy buen sabor de bosa y que sin duda aconsejaras.