Al hacer el mantenimiento de rutina de nuestro coche es perentorio fijarse en algunos pequeños detalles que se pasan por alto al estar apurados, o porque se asume que eso debe estar bien, si apenas ocupa espacio. Pues un tornillo abarca mucho menos espacio que otras piezas del motor y la falta de alguno de ellos, a largo plazo, resulta perjudicial y dependiendo del lugar donde falte podría ser fatal.

Los retenes podrían parecer pequeñas piezas sin mayor relevancia, pero es parte de un todo, lo que hace que cobre importancia. Un retén es una pieza elaborada en material sintético y su función es alargar la vida y el buen funcionamiento de los rodamientos, que son un tipo de cojinete.

Complicaciones

El deterioro de este pequeñín causa daños en el funcionamiento de los mecanismos si se monta mal. Para ser instalado correctamente debe ser lubricado previamente con grasa o aceite, así reducirá la fricción mientras se desliza y lo protege cuando funciona por primera vez o después de reparaciones.

Sin importar su estado, debe cambiarlo al realizar alguna reparación en el mecanismo en el que esté instalado, cerciorándose de utilizar las herramientas adecuadas que le permitan asegurar bien el encaje en su alojamiento, sin dañar los labios de la pieza.

Los retenes en su mayoría son económicos y se reemplazan fácilmente, pero algunos se encuentran muy adentro, en lugares que hacen necesario desmontar muchas piezas para poder ser alcanzados. Por ejemplo, si son los retenes de aceite en la caja de cambios que deben ser removidos, se pueden sustituir removiendo esta, por lo que se recomienda que sea hecho en un taller mecánico.

Un sencillo desgaste en ellos puede compensarse con una cuña entre retén y carcasa para cambiar así el punto de contacto.  Cualquier lugar que tenga un eje girando en un retén es el más propenso a fugas, son estos los puntos que se han de revisar continuamente sin hacerle menosprecios.

De lo anterior podemos concluir que, no hemos de juzgar por el tamaño de los recambios para darles la debida atención, desde el más pequeño hasta el más grande ameritan revisión y hacer lo que sea necesario para propiciar el buen funcionamiento del vehículo.

Para que el mantenimiento y reparación no resulte tan caro, sobre todo si estamos hablando de algo relacionado directamente con el motor, existe la alternativa de utilizar repuestos usados que venden los desguaces. Los hay especializados como los que encontrará en el directorio www.motoresdesegundamano.eu.