Seguro que más de uno os habéis dado cuenta de lo pobre que anda vuestra ciudad últimamente, me refiero a la cantidad de tiendas que pueda haber, seguro que echando la vista atrás os dais cuenta de las muchas tiendas que podíais encontrar cuando erais niños, el carnicero que despachaba a vuestra madre, ese que le vendía toda la carne para hacer la comida durante la semana, el pescadero ese que siempre le regalaba algo, o unos huesos de pez para hacer un caldo de pescado muy rico o unas almejas para hacer en salsa verde que siempre os sabían a gloria, o incluso la panadería en la que se cocía el mejor pan de la zona, ahora se encuentras cerradas y por desgracia no han vuelto a levantar cabeza. Las ventas online y las tiendas de chinos han hecho que ese tipo de tiendas, en las que se ha comprado toda la vida haya ido desapareciendo de nuestras vidas, nos damos cuenta como ya no pasan de generación en generación, nadie quiere heredar una tienda que no da en absoluto beneficio. Pero ¿Qué ha pasado realmente para que este tipo de tiendas en las que se podía encontrar los mejores productos ahora se vea cerrado?

Los expertos lo achacan a la competencia, y está más que claro que es verdad a la competencia que pone precios muy bajos para atraer cada día a más clientes. Si nos fijamos bien en los detalles veremos cómo hay gran cantidad de personas que no les queda más remedio que mirar los precios con lupa, y para ser sinceros este tipo de tiendas esas de barrio de toda la vida son más caras que un supermercado en el  que pueden poner una serie de precios mucho más bajos. Con internet sucede lo mismo ya que al tratarse de sitios virtuales y no tener intermediarios pueden poner los precios mucho más ajustados, es así como nos encontramos con sitios como https://www.mercamaterial.es/ con el que vemos que la competencia es fuerte y que puede dar lugar al cierre de otros sitios en los que tiene los mismos productos.

En cualquier caso estamos ante otra nueva era, esa en la que las tiendas de barrio al parecer no tienen cabida, esa en la que las nuevas tecnologías llevan la voz cantante y parece que no hay nada que pueda con ellas.